emotiva despedida a Óscar Buelga, «un médico profesional y empático»
Una multitud abarrota San Isidoro en el funeral por el especialista del Centro de Rehabilitación
,. F. RODRÍGUEFotos de la noticia
La iglesia de San Isidoro se quedó ayer pequeña durante el funeral por el médico Pedro Óscar Buelga, fallecido el lunes a los 85 años. Decenas de personas, entre familia, colegas de profesión y amigos, abarrotaron el templo minutos antes de que empezase la ceremonia a las cinco de la tarde. La esposa de Buelga, Marina Díaz Fernández-Castañón, y sus hijos, Covadonga, Pedro y Arturo, recibieron el apoyo de, entre otros, el presidente del Colegio de Médicos de Asturias, Alejandro Braña, o el médico Ángel García Prieto, además de una reconfortante homilía del párroco José Luis Alonso Tuñón.
«Buelga fue un hombre que sirvió a la comunidad y que poseía una doble vertiente, era profesional y empático. Unas características cada vez más demandadas por la sociedad y necesarias en la Medicina actual. Me consta, porque todo el mundo me lo ha dicho, que sabía ponerse al mismo nivel del que sufre para poder entender mejor por lo que ese paciente estaba pasando». El sacerdote abogó por una «humanización» de todas las profesiones, tal y como hizo Buelga a lo largo de su carrera.
La ceremonia, marcada por la calidez y la cercanía, estuvo contó con el acompañamiento de un coro que interpretó piezas como «In Monte Olivetti», de José Ignacio Prieto, y obras de Mozart y Bach.
Buelga trabajó en la Residencia Nuestra Señora de Covadonga, fundamentalmente en el Centro de Rehabilitación, donde formó un equipo con las doctoras María Jesús Martínez Noval y Pilar Pavón Osuna, creando la unidad de tratamiento de la Escoliosis. Además, en las elecciones municipales de 1999 encabezó la lista de UCDS al Ayuntamiento de Oviedo con la propuesta de «humanizar» una ciudad a la que amaba, aunque otra de sus pasiones era abandonar la ciudad para pescar en ríos asturianos.
Otro de sus amigos y colegas, el médico jubilado y presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo, escribió en este periódico una cariñosa reseña sobre Buelga, al que calificó de ilustre, ejemplar, bondadoso e inteligente: «La vida de Pedro Óscar queda como un símbolo, modelo por su modestia, cortesía, generosidad, fuerza de costumbres, exquisitez de maneras, amor a los estudios. Odiaba la mentira; admitía el error, detestaba lo falso. Persona de grandes convicciones, inteligente e íntegro».