Autor: Juan Reguera (sobrino)
Había finalizado la Guerra Civil, cuando entonces Pepe Reguera, el hermano mayor de los cuatro, (Pepe, Juan, Jesús y Aurora), decide trasladarse desde su Cabañaquinta natal hasta Collanzo. Allí vivía su tío carnal, Placido Reguera, que habiendo regresado de Cuba, construyó una casa en Collanzo, donde instaló un almacén de vinos, tienda y bar. Con Placido comenzó su actividad, pero poco tiempo después Pepe Reguera, decide establecerse por su cuenta, instalándose en la casa que casi durante cincuenta años fue conocida como “Casa Reguera”.
Establecido Pepe, le propone a su hermano Juan Reguera que viniera de Cabañaquinta para Collanzo y juntos poner en marcha una tienda de ultramarinos y bar, Juan de aquella terminaba de sacar la plaza de Jefe de Arbitrios, cargo de funcionario por parte de la Diputación de Asturias, el cual consistía en lleva a cabo el control y administración de todos aquellos productos sujetos a racionamiento (azúcar, aceite, legumbres, etc.) motivado por la situación económica que en aquellos momentos de posguerra atravesaba el país.
Eran los años cuarenta, tiempos difíciles para la gente, familias numerosas, escasez de alimentos, ropa y calzado, pocos recursos económicos, época del contrabando y el estraperlo con Castilla; desde su establecimiento se llevaba por medio de las cartillas de racionamiento el control y suministro de los productos de primera necesidad, y pronto Juan Reguera, desde su situación, todavía queda gente mayor que pueda recordar, por su carácter servicial y de ayuda hacia los más necesitados, se hace con la gente de la zona alta del Concejo de Aller y en particular con la de Collanzo.
Visto que las riendas del negocio eran llevadas por Juan Reguera, su hermano Pepe, se dedica a la compra y venta de ganado, siendo desde entonces más bien conocido como tratante de ganado, desempeñando durante los años cincuenta el cargo de Concejal de Agricultura y Ganadería .
Junto Juan y Pepe Reguera, durante unos años vivió con ellos hasta su fallecimiento la tía carnal Josefa Reguera, viuda, mientras que su madre Rufina Reguera, vivía en Cabañaquinta, con Aurora y Jesús Reguera, hermanos de éstos.
A finales de la década de los cincuenta, comienza a resurgir en Collanzo una época de bonanza económica, lo que hace que el pueblo y los negocios en general y en particular Casa Reguera, adquieran su importancia en la zona; los escasos coches que había y la terminación del trayecto del Vasco en el pueblo, hacen que Collanzo viviera sus mejores momentos. Junto a Casa Reguera funcionan establecimientos como La Panera, Casa Heliodoro, La Casa La Sidra, el Café Morán….. Recuerdo comentar las riadas de gente, que los domingos pasaban por el bar, la cantidad de comidas y meriendas que se daban en el bar, en el comedor y en el patio de atrás, quedando a última hora el establecimiento literalmente arrasado.
Centrándonos nuevamente en los Hermanos Reguera, y más concretamente en Juan Reguera, persona con gran carisma, apreciada y respetada, no puedo dejar a un lado su gran afición por las botellas, llegando a reunir más de dos mil de distintas formas, marcas y procedencia. Se relacionó con personajes tales como Perico Chicote, recibiendo varios premios nacionales por sus decorados navideños, circunstancias que hacen para cualquier viajero parada obligatoria en Casa Reguera, donde toma una tapa de embutidos y queso, compra unas delicadas conservas y con un poco de suerte marcha con unos zapatos nuevos; éste era el Bar de Reguera, de todo un poco y sobre todo el ameno rato de charla con Juan Reguera.
En Agosto de 1.984, tras una larga enfermedad, fallece Juan Reguera y con él se va gran parte del encanto de aquel local tan singular. Atrás quedan las partidas, tertulias y cafés; el establecimiento continúa seis años más abierto, regentado por su hermana y su sobrino, cerrando definitivamente en marzo de 1.990. Su hermano Pepe Reguera fallece en 1.991.
Finalmente quisiera tener un recuerdo especial, para aquella persona que indudablemente formó parte de la historia de esta Casa, aquel señor de confianza, sentado en el extremo del banco, en la mesa del fondo, que con sólo su presencia era más que suficiente, me refiero a “Pepe el de Lena”, al igual que siempre recordaré a todas aquellas personas que formaron parte de esta Casa, y que de una u otra manera contribuyeron a la historia reciente de esta localidad.
Septiembre 2003
Fdo. Juan REGUERA (sobrino)