Desde hace tiempo vengo considerando la posibilidad de tener un recuerdo hacia personas que conocimos en nuestra infancia y que por motivos diversos nos han dejado una huella en nuestra vida. A menudo esas personas como es el caso de Nati, no tienen una descendencia familiar que pudiera permitir su conservación en nuestra memoria y es muy probable que a la vuelta de unos años nadie pueda saber quién era Nati (como puede suceder con otras personas que corren similar olvido en nuestra historia vecinal ). He de reconocer y agradecer que nuestro amigo Alfredo Pozo “Cuco” ya hizo
un esfuerzo para escribir de bastantespersonas , fallecidas hace mucho, y considero muy interesante conservar breves retazos de esos vecinos para que se conserve algo de ellos y al mismo tiempo conservar nuestra historia de los pueblos.
Confió que estas líneas puedan servir para ese fin: conservar esos recuerdos.
Con la perspectiva de unos cuantos años desde su muerte, lo cual suele originar olvidos inevitables , deseo hacer un recuerdo a esta pequeña (físicamente) mujer que pude tratar muchos años al igual que a su hermano Santos y su hijo Luis, que vive actualmente en su casa del Corralón.
Esta familia fue testigo y presa de las mayores desgracias que se vivieron tras la cruenta guerra civil española.
Aproximadamente sobre 1955 mis padres comienzan a comprar la leche diariamente a Nati, lo cual da origen a una relación muy familiar entre nuestra familia que al día de hoy sigue manteniéndose.
Convendría citar de modo breve que sus hermanos Valentín, Dionisio y Senén fueron asesinados en el año 1937 (garrote vil en Cabañaquinta) lo cual da lugar que Nati se quede responsable de dos personas disminuidas a su protección: Santos, hermano sordo y con un retraso mental importante, y su hijo Luis, también disminuido físico y mental.
En medio de esta situación tan triste se encontró con otras múltiples adversidades que en aquellos momentos poco podía hacer: su casa fue desvalijada de modo repetido por vecinos.
Estos hechos eran recordados muy reiterativamente por Nati y así yo fui conociendo parte de las mismas, tales como ver sus mantas o colchas colgadas en los balcones de otras casas, al tiempo que ella no tenia con que cubrir sus colchones (hasta le quitaron las camas).
Comentaba que mis padres habían iniciado una relación medio-comercial, como era la compra de la leche, la cual se fue transformando en una relación muy familiar, ya que mis padres y especialmente mi madre (Elena ) comenzaron a actuar de protectores y abastecedores de los sustentos necesarios.
Mis recuerdos me permiten ver como casi a diario bien yo o mis hermanos íbamos a buscar la leche de modo diario (cuentas lecheras se quedaron derramada por el camino), pero progresivamente cada vez eran más frecuentes los viajes que dábamos a llevarles cosas.
Esa relación casi familiar nos llevaba a ayudarles en las labores del campo, especialmente en la “yerba “ así como recuerdo a Luis trabajando con mi padre haciendo muros de piedra detrás de la casa -garaje
Nati , físicamente era pequeña , con un nervio, coraje y fuerza admirable se encontró con las mayores dificultades para sacar adelante a su familia tan especial, con todas la adversidades o penalidades del mundo, sin ningún ingreso económico fijo, salvo la venta de leche o algún xatu de vez en cuando y sin embargo considero que logro salir adelante.
Autor : Santos Fernández Fanjul (Titi) – febrero 2012
me olvide de mencionar que Natividad tenia otro hermano deficiente mental , Gelin , el cual pasó gran parte de su vida en el sanatorio mental La Cadellada, ya que tras la muerte de sus hermanos se agravò su estado fisico y mental , teniendo que ingresarlo en dicho centro. Alli atendia el ganado y anecdoticamente respondia al nombre de Maria, mujer que fue su amor platonico .