En estos momentos en los que estamos inmersos en lograr un paso más en las disponibilidades de líneas telefónicas más rápidas y con mayores servicios (ADSL) volvemos la cabeza hacia tiempos ya pasados pero no muy lejanos, en los cuales sólo disponíamos de un teléfono público para toda la zona. La cabina se encontraba en el bajo de la actual casa de Guillermina y posteriormente en un lateral del comercio de Baizan; recuerdo aquellos años donde con un teléfono de manivela era preciso contactar primeramente con la central de Cabañaquinta (¡Haber Cabaña………..!!).La mayoría de nosotros guardamos numerosos recuerdos de aquel arcaico sistema de contacto, dentro de una nebulosa repleta de anécdotas de entonces.
Era frecuente pasarse días y semanas con la línea averiada y sin posibilidades de contactar con el exterior A título de anécdota y de modo personal recuerdo que con motivo de un grave accidente que sufrí en el año 1979 durante el período militar en la provincia de Gerona, no hubo modo de contactar telefónicamente con Collanzo y mucho menos con mis padres… hubo de intervenir la guardia civil de Cabañaquinta, donde no tenían este tipo de problemas.
Por aquel entonces y durante muchos años era frecuente y habitual ver a José o Laudino, bien andando o corriendo en pos de cualquier domicilio para qué llamaran a determinado lugar, en la mayor parte de las veces por causas de urgencia.
¡Que labor y trabajo hacían entonces aquellos dos rapaces! Hoy día sería una tarea imposible lograr que una persona sin retribución económica alguna se pasase el día pateando la calle para dar avisos.
En el baúl de los recuerdos se agolpan muchas anécdotas como aquella en la que ”uno”, haciéndose pasar como el representante de Coca-Cola, insiste ante Laudino hasta convencerle que urgentemente debería avisar a Juan el del Urogallo para que pasara lo antes posible a recoger el helicóptero que le había tocado. Son lógicas las risas que se dieron al ir a dar la nueva.
Han pasado varios años, no muchos, y este escrito lo quiero hacer como un reconocimiento hacia la labor que estos dos ”guajes” realizaron para el conjunto de los vecinos.
En el año 1982 se instalaron los teléfonos en los domicilios y de ese momento conservo la fotografía en que Villalta como alcalde y yo como secretario de la AAVV San Blas damos conexión a los teléfonos de los domicilio particulares.