En este apartado que va recogiendo distintas propuestas sobre vecinos me atrevo a incluir a Laudino, el hijo de Guillermina, que si bien en otro articulo, Titi, nos hablaba de la inmensa labor que desarrollo junto a su hermano José (articulo sobre el servicio de teléfono de hace unos años), quiero contribuir a destacar su singularidad por la práctica que viene haciendo.
De modo diario, haga el tiempo que sea, podemos ver a Laudino con su inseparable bicicleta (por cierto que la ha cambiado recientemente, ya que la otra era una carraca de campeonato) tan pronto en Oviedo, Gijón, Boñar, La Cubilla, Laviana, etc.
Con su peculiar pedaleo, lento pero continuo con movimientos pendulares hacia los lados, temiendo que se caiga los que vamos a veces tras de el, se hace distinto a los demás y de ese modo lo reconocemos ya muy de lejos.
Hace unos meses al cambiar de bicicleta pudimos observar con el cambio del cuenta kilómetros que contabilizaba 72000 kilómetros en los tres últimos años.
Entre otras características de su comportamiento sobre la bicicleta conviene resaltar la costumbre de ir dando paso a los vehículos que le alcanzan y al tiempo hace sonar la bocina de aire.
Deseamos que esta estampa de encontrarnos con Laudino sobre la bicicleta en cualquier rincón de Asturias o de León, la podamos continuar viendo muchos mas años y que siga con ánimo en esta actividad y con el humor y gracia actual.
Junio 2004