LA FAMILIA “CHISPA” LOS DEL UROGALLO
Hola a todos los vecinos de Collanzo y sobre todo a las personas que gestionan este magnifico blog que nos acerca a todos los que estamos lejos y nos permite saber lo que pasa y se “cuece” en nuestro pueblo.
En primer lugar me identifico: Soy Rosa Mary la “ fía Chispa el del Urogallo”. Sé que muchos no me conocen y sobre todo la gente joven ya que llevo 30 años fuera del pueblo pero seguro que la mayoría han oído hablar de la familia “Chispa” y de eso se trato de hablaros a todos, de mi familia y nuestra historia.
Mis padres Toñu “Chispa” y mi madre Mary “la de Chispa” nacieron, vivieron y se casaron en Cabezón de la Sal, una bonita villa Cantabra, de la que salieron cuando se casaron y trasladaron a mi padre de su Empresa Electra Bedón a Collanzo.
Era el electricista “El Chispa” para todos, el que arreglaba la luz, les cobraba los recibos y si terciaba les arreglaba la instalación de casa y les vendía hasta la radio o la tele, vamos que servía para todo. La acogida fue muy buena y enseguida se sintieron arropados por todo el pueblo, y sobre todo mi madre que estaba siempre en casa y los hijos tardaron unos años en llegar. Cuando llegaron a Collanzo estuvieron viviendo en La Plaza en una casa de Perón; después se cambiaron a una casa de Herminio encima del Bar de Olvido , donde nacieron todos mis hermanos excepto yo que nací de casualidad en Carmona por un traslado de mi padre. Mis primeros recuerdos de la casa vieja están unidos a mis amigos , a los vecinos : Guillerma Baizán gran amiga de mi madre, y sus hijos Charin, Jose y Laudino, José Ramón , Saavedara, Margarita la de Juan Luis. Nos pasábamos las tardes en la acera de Tonin o donde Balte, con el que pasábamos muchas tardes dándole “la turra” y siendo el gran sufridor de todos los niños, aparte del gran amigo que siempre fue. Mis vecinos de abajo Patro y Onofre una persona maravillosa y dulce que nos quería a todos comos sus hijos; Rosario Ferranche que nos cuidaba a todos con gran devoción o la pobre Olvido que nos daba caramelos para que bajásemos las escaleras sin hacer mucho ruido pues parecíamos el “Séptimo de Caballería” al trote. Las tardes en la carpintería de Juan Luis tirandonos serrín con Margarita, Pili y Juan Luisin o tallando trozos de madera. Los paseos con nuestra perrra “Romula” que era el taxi de todos los niños pequeños que vivíamos allí.
En 1972 mi padre hace una casa al final del pueblo al lado de los Prieto, de Pacita y Manolo nuestros buenos vecinos que siempre han estado ahí cuando estábamos y cuando no estamos, cuidando y vigilando nuestra casa, y cerca de La Panera. El día del Corpus de ese mismo año, mi herma y yo hacemos la Primera Comunión y unos día antes nos trasladamos a la casa nueva. Allí se incorporan nuevos amigos: Fé, Gema, Charo, Mayte, Luis David aunque sin olvidar los que ya teníamos. En mis recuerdos se encuentra en un lugar muy especial mi “seño”, Carmina la de Prieto. Fue mi profe, mi amiga y la persona que desde mi infancia mas valores logró inculcarme como persona. Siempre con su buen hacer y tranquilidad, con una forma de enseñarnos muy humana siempre formando personas.Recuerdo las caminatas diarias para ir a la escuela, camín arriba y abajo cuatro veces al día y a primera hora la vista a la iglesia a rezar “Al Santísimo” como decía la seño. Aún recuerdo a Pepe el Zapatero con el farias en la boca todas las tardes poniéndoles puntas a las botas que hacia, rodeado de niños y gente que salía y entraba a llevar o recoger los zapatos que él arreglaba. Los veranos en la Playa del Fabarín con las correspondientes comidas en el prau y la visita al Bar de Pancho a por la Fanta y dejar el agua enfriando en la cueva. Las tardes en Casa de Engracia escuchando la música de los 70 en aquellos veranos que formaron nuestra juventud y adolescencia. Las primeras salidas al baile a la pista de Felechosa lugar de reunión de todos los jovencitos de la época.
Pero como todo se acaba, la tranquilidad familiar finalizó con la inauguración de la Cafetería –Discoteca El Urogallo lo que marcó un antes y un después en nuestras vidas, la mia y la de mis hermanos Juan, Bego y Ginio. En un principio solo fue un proyecto “por si pita” y después como “ sí pitó “ pasó a ser una gran discoteca. Fue el punto de reunión de toda la juventud de la zona, que llegaba los Sábado y Domingos, en el tren de las cuatro como una marabunta de gente y dejaban el pueblo vacío cuando salía el último tren. De esa época conservo grandes amigos y un montón de vivencias imborrables. Las tardes de Domingo con Curro Jiménez en la Cafetería donde no se movía ni una mosca hasta el final. Los Domingos de bingos ya en la discoteca; el Mundial de Futbol del 82 en la pantalla gigante que compró mi padre donde vimos todos los partidos con una afición y una devoción tan enorme como la que tiene ahora “La Roja”. Las grandes actuaciones que se trajeron como “Los Chichos” , Jerónimo Granda, María Jesús la de Los Pajaritos y muchas figuras mas que nos hicieron pasar a todos unas veladas inolvidables e irrepetibles para todos. Creo que esos años han formado parte muy importante de la historia de Collanzo, aunque hasta ahora en todo lo que he leído nadie lo ha contado, supongo que motivado porque quienes escriben en este blog son gente joven que no han vivido aquella época y no nos han conocido y los que realmente nos conocen no escriben, solo leen y recuerdan. Pero da igual, aunque tarde, aquí llego yo con este pequeño alegato de Memoria Histórica para todos.
Bueno , sigo contando cosas que no me quiero desviar y como ya soy un poco mayor me voy por los cerros de Ubeda.
Cuando nos fuimos a estudiar se quedó al frente del negocio mi hermano Juan, ya casado con Marce y siendo ya papa de una bonita niña llamada Aroa. Al poco tiempo nació Patri y su vida se consolido por completo en el pueblo. La discoteca era el punto de reunión de todos los jóvenes y logro crear un gran ambiente de amistad entre todos donde lo que primaba nada mas reunirse era contar “el ultimo” que era el ultimo chiste del día. Las películas diarias, las actuaciones, las partidas fueron la tónica de muchos años. Pero los años fueron pasando y Juan se fue a trabajar a Llanes con toda su prole; yo me casé y me vine a vivir a Cantabria, mi hermana Bego se casó y se fue a vivir al Entrego, mi hermano Ginio se vino a estudiar a Cantabria y después se quedó a trabajar en Santander y por ultimo mi padre se jubiló, después de muchos años de duro trabajo, que pasaron factura en sus huesos y que al verse solos les animó a volver a sus raíces y orígenes retornando a Cantabria. Todos fuimos saliendo de Collanzo pero Collanzo nunca ha salido de nuestro corazón, ni el pueblo ni las personas, que aunque no estén siguen presentes en nuestro recuerdo y nuestras vivencias.
Gracias a todos por habernos dejado compartir durante muchos años nuestra vida con la vuestra y por haber podido formar parte de vuestra historia.
… y Claudio pinchando a Status Quo, o la máquina de carreras de caballos en la cafeteria, la actuación de la Banda del tren, etc, etc.
Grandes recuerdos!
A tu padre le vi hace unos 3 años y a Juan el pasado. Te recuerdo perfectamente al igual que a Begoña.
Ya le dije a Juan que a ver si un día viene Ginio; tengo grandes recuerdos de él.
A seguir bien!